Los martes son especiales en el aula
de 4 años. Es el día de experimentar, probar, sentir, descubrir y explorar. El martes
en nuestra clase es el día del TALLER SENSORIAL.
La “provocación“ de esta semana, está
inspirada en el enfoque pedagógico de Reggio Emilia, según el cual, el niño adquiere conocimientos a través
del juego y por placer, movido por la curiosidad y la imaginación. El adulto, tiene que acompañar al niño,
guiándolo, motivando y planteándole cuestiones que le hagan pensar. Al igual
que preparar el ambiente para que el
niño sea capaz de construir su propio aprendizaje. Debe adaptarse a sus necesidades
y respetar su ritmo de aprendizaje.
Preparamos un buen trozo de arcilla
para cada niño y unas ramas con hojas secas dispuestas en medio de las mesas. La
consigna fue simplemente: “podéis jugar”.
Primero
comenzaron tímidamente. Toco con un dedo, aprieto aquí, ¿qué pasa si empujo?... Es más duro que la
plastilina, pero está más frío.
Y resbala... Anda, hay ramas por aquí… ¿y si las clavo? Poco a poco fueron más osados. Estrujo, modelo, hago churros, bolitas… Y de pronto aparecen en mitad de las mesas unos recipientes con agua. ¡Ahora sí!


En este caso la
producción carecía de importancia. El objetivo que nos habíamos planteado era
la experimentación con elementos naturales sin intervención del adulto.
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